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Parshat Perashat Bo EspaƱol

Compiled and Edited by Elan Perchik

Challah

"The TorahAnyTimes"
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Perashat Bo                                                                                                      Print Version        
5 de Shebat, 5779 | 11 de Enero 2019                                              

Compiled and Edited by Elan Perchik


Rabino YY Jacobson
Liderando con SabidurĆ­a y Calidez

Sucedió en Yeshivat Ohr Yisroel, dirigida por su rosh yeshiva, Rav Yaakov Naiman zt "l. Siendo un gran pedagogo que irradiaba sabidurĆ­a y calidez, no era raro que tantos niƱos desearan crear una relación personal con Ć©l. Pero la forma en que ocurrĆ­a no era siempre la esperada.  A veces, de hecho, lo hacĆ­a de una manera bastante interesante, pero siempre impactante.

"Rebe", un niƱo comentó un dĆ­a a Rav Naiman. ā€œSiento la necesidad de decirle, por el bien de todos nosotros en la yeshiva, que uno de nuestros compaƱeros va al cine todos los sĆ”bados por la noche. Sube ocultamente a un autobĆŗs y se dirige al teatroā€. Rav Naiman se sorprendió al escuchar esto, aunque no se asustó ni reaccionó en shock. "El próximo sĆ”bado por la noche, cuando el chico estĆ© a punto de irse, solo dĆ­game", pidió Rav Naiman.

Efectivamente, la semana siguiente, cuando el niño comenzó a prepararse para su salida semanal, Rav Naiman fue notificado y comenzó a hacer lo mismo. Era una noche fría e invernal y el chico rÔpidamente se subió al autobús y tomó un asiento. Minutos mÔs tarde, Rav Naiman paró un taxi, pidiendo que lo llevara al mismo cine.

Como siempre acostumbraba, Rav Naiman llevaba un abrigo de piel grueso y acolchado, que claramente indicaba que su portador era alguien de estatura prominente. La escena del rabino Naiman que entrando al teatro estaba claramente fuera de lugar, aunque tenía un propósito importante en mente.

Para entonces, el chico ya se había acomodado cómodamente en su asiento y estaba casi listo para que comenzara la película. Pero tal comodidad pronto iba a cambiar.

De repente, el niƱo notó una cara extraƱamente familiar. Era Rav Naiman. El niƱo se quedó inmóvil en su asiento, lleno de confusión y aprensión. Lo habĆ­an ā€œatrapadoā€.

El niƱo miró a Rav Naiman y Rav Naiman lo miró. Ese instante le pareció un milenio. "Ā”No lo entiendo!" dijo Rav Naiman. "ĀæDónde estĆ” tu abrigo? Ā”Hace mucho frĆ­o afuera!ā€. El chico, inseguro de haber escuchado lo que en realidad creĆ­a haber oĆ­do, hurgó entre sus palabras. "Yo ... yo ... no tomĆ© uno", respondió. Rav Naiman le dio una mirada que llevaba un mensaje. ā€œĀ”Necesitas estar saludable, fuerte y cĆ”lido! Ā”No puedo permitir que ninguno de mis estudiantes se enferme!". El niƱo no podĆ­a creer lo que estaba sucediendo. Ni en sus sueƱos mĆ”s locos hubiera imaginado que pasarĆ­a su sĆ”bado por la noche con el Rav Naiman, en un cine.

"Parece que tienes una larga noche por delante", continuó Rav Naiman, ā€œasĆ­ que te dirĆ© una cosa..." Rav Naiman se quitó el abrigo de piel y se lo dio al niƱo. "Donde sea que vayas esta noche, ponte esto. Te mantendrĆ” agradable y cĆ”lido. No te lo quites..." "Pero Rebe", dijo el chico," Āæy usted? TambiĆ©n necesita un abrigo..." "Ya estoy en camino de regreso a la yeshiva. MaƱana por la maƱana, dĆ©jalo en mi oficinaā€.  Rav Naiman procedió a darle un abrazo y un beso al niƱo y le deseó lo mejor. Y con eso, Rav Naiman salió.

AƱos mĆ”s tarde, mientras el niƱo ya mayor contaba esta historia, siempre enfatizaba: "De hecho, me quedĆ© para ver la pelĆ­cula durante las siguientes dos horas. Pero a lo largo de todo esto, solo podĆ­a pensar en el gran abrigo de piel que llevaba puesto. Mis ojos vieron la pelĆ­cula, pero mi mente no. Estaba en otra parte, repitiendo las suaves palabras de mi Rebe: ā€˜Este abrigo te mantendrĆ” agradable y cĆ”lido; no te lo quites...’ Pude haber estado sentado en un teatro rompiendo la polĆ­tica de la yeshiva, pero seguro que aprendĆ­ una de mis mayores lecciones de vida esa noche. Y eso es lo que significa ser un maestro y un educador. No solo significa enseƱar lecciones en el salón, sino lecciones de vida. Significa que entiendes el alma, las sensibilidades y las luchas de un niƱo, y que demuestras que los amas y que los cuidas. Esas lecciones contiuarĆ”n mĆ”s allĆ” del salón de clases; durarĆ”n toda la vida.

"Rav Naiman pensó que probablemente continuaría viendo la película esa noche, pero quería que recordara, en todo momento, quién era yo en el fondo. Yo era un judío que vivía identificado por los valores y principios de la TorÔ y veía la vida a través del prisma de lo que Hashem quería que hiciera. Y Rav Naiman sabía que ese mensaje tendría un impacto mucho mayor en mi vida presente y futura si lo expresaba con calidez figurativa y literal, que si me regañaba y castigaba. Aprendí la importante lección de nunca volver a escapar de la yeshiva e ir al teatro, y aún mÔs importante, la lección de no escapar de quien podría llegar a ser como judío. Y hasta este mismo día, esa lección de amor calienta mi corazón".

Rabino Label Lam
Enfoque profundo, resultados profundos

Era Shabat en Israel cuando los autos subían, bajaban y rodeaban el barrio de Ramot en Jerusalén. Con grandes multitudes de judíos religiosos también llenando las calles, con frecuencia se convirtió en una fuente de conflicto y protesta cuando los autos pasaban. "”Shabat!", le gritaban a los autos. "”Shabat!"

Pero para Rav Zaks, nieto de Jofetz Jaim, tales reacciones a las interrupciones del Shabat no eran  suficientes. HabĆ­a una manera mucho mejor y mĆ”s efectiva de impactar e impresionar a otros sobre la importancia y la belleza del Shabat. "Vengan conmigo", le dijo una vez a un grupo de estudiantes en Shabat, "dĆ©jenme mostrarles lo que pueden hacer".

Y así, un Shabat, el Rav Zaks salió con un grupo de muchachos y se paró en una esquina estratégicamente posicionada donde los autos seguramente pasarían. "Con el siguiente coche que pase", dijo, "uno de ustedes recuerdarÔ los primeros tres dígitos de la placa y el otro recuerdarÔ los últimos cuatro dígitos de la placa". Y así sucedió.

Cuando Shabat llegó a su fin, el rabino Zaks, preparado con el nĆŗmero de placa completo, se dirigió a la estación de policĆ­a donde finalmente localizó la ubicación del automóvil con esos nĆŗmeros. Y con eso, el rabino Zaks se dirigió a la casa de un supuesto judĆ­o  no religioso.

DespuĆ©s de tocar a la puerta, un joven no religioso abrió.  Al ver al rabino Zaks acompaƱado por algunos otros niƱos vestidos con sus ropas acostumbradas de yeshiva, sin duda, era una visión desconocida para el niƱo, quien llamó rĆ”pidamente a su padre. "ĀæCómo puedo ayudarlo, rabino?", preguntó el seƱor.

DespuĆ©s de algunos breves comentarios introductorios, Rav Zaks llegó al punto. ā€œDespuĆ©s de la guerra, mi familia y muchos otros se mudaron aquĆ­ y comenzaron a reconstruir sus vidas. Nuestra vida religiosa en Europa habĆ­a sido rica y energĆ©tica, sin embargo, han surgido nuevos desafĆ­os en Israel. Tenemos un templo y una comunidad, pero hay algo que ha sido particularmente molesto aquĆ­ durante algĆŗn tiempo. No quiero decirle quĆ© hacer, pero los autos nos molestan y perturban la tranquilidad, y es una contrariedad a nuestro Shabat. No vamos a lanzarles nada, pero solo querĆ­a hacerle saber que asĆ­ es como nos sentimos, y tal vez si decide conducir, puede tomar una ruta alternativa que evite viajar por los principales vecindarios judĆ­os".

El hombre miró a Rav Zaks, con cierto brillo en sus ojos. "No sé exactamente lo que voy a hacer, pero me gusta su enfoque y lo aprecio". Y con eso, la conversación terminó y Rav Zaks y el señor se despidieron.

Unos meses mĆ”s tarde, el mismo hombre buscó el nĆŗmero de telĆ©fono de Rav Zaks y lo llamó. ā€œRabĆ­ Zaks, mi hijo pronto cumplirĆ” trece aƱos y nos gustarĆ­a que hiciera bar mitzva. No sĆ© cómo abordar el tema y me preguntaba si podrĆ­a guiarnos". Rav Zaks se sorprendió al escuchar al hombre nuevamente y lo ayudó a Ć©l y a su hijo a comprar tefilin.

Poco despuĆ©s, el hombre llamó una vez mĆ”s, esta vez con una pregunta diferente. ā€œMi esposa y yo nunca crecimos en un hogar con una cocina kosher y decidimos que nos gustarĆ­a comprar algunos platos nuevos y convertir nuestra cocina actual en una que sea kosher. ĀæPodrĆ­a ayudarnos? ā€MĆ”s rĆ”pido de lo esperado, el chico del bar mitzva se estaba registrando en una yeshiva y la familia comenzó a cuidar Shabat y lentamente cuidar mĆ”s y mĆ”s mitzvot.

Tal fue el enfoque kiruv de Rav Zaks, nieto de Jofetz Jaim. Uno que humildemente y sutilmente muestra la manera de cambiar y reemplaza la reprensión y la reprimenda con palabras inspiradoras y hermosas de empoderamiento y enriquecimiento.

Rabino Dovid Goldwasser
Si tuvieras 500 Shekalim...

No era una situación fÔcil. Con una familia en crecimiento y una situación financiera difícil, la rutina diaria de un estudiante de la TorÔ y su familia cobró su precio y causó una buena cantidad de angustia. Sin embargo, al mismo tiempo, tales situaciones desesperantes trajeron a su paso un grado cada vez mayor de confianza y fe en Hashem.

Pero entonces las cosas se volvieron mÔs difíciles y complicadas. En un Shabat, uno de los niños requería atención médica inmediata y no podía esperar mÔs. Llevaron al niño al hospital, y lo ubicaron en una habitación donde esperaba al médico. Pero había algo que debía ser atendido antes que nada.

"Debe pagar el hospital antes de que examinemos al niƱo", expresó el mĆ©dico. "Lo siento, pero vamos a necesitar 500 shekalim por adelantado si desea que lo vea y posiblemente lleve a cabo algĆŗn procedimiento necesario". El padre no estaba en una situación fĆ”cil. No solo se encontraba financieramente afectado, sino lo mĆ”s importante es que era  Shabat y escribir un cheque significaba transgredir el Shabat.

Pero, ¿qué podía hacer? Familiarizado con las leyes del Shabat, el padre pasó a escribir el cheque con la mínima violación de la prohibición de escribir. Luego le entregó el cheque al médico. El niño recibió el tratamiento médico inmediato e importante que necesitaba, después de lo cual fue dado de alta del hospital.

Sin embargo, cuando el mĆ©dico regresó a casa y sacó el cheque de su bolsillo, se sorprendió por lo que vio. El cheque no se emitió por 500 shekalim, como se suponĆ­a, sino po 1.000 shekalim. El mĆ©dico estaba confundido, pero rĆ”pidamente descartó cualquier preocupación ya que estaba seguro de que el hombre habĆ­a oĆ­do mal y creĆ­a erróneamente que el pago era de 1.000 shekalim. MaƱana corregirĆ­a el error. 

Al dĆ­a siguiente, el mĆ©dico llamó por telĆ©fono al hombre y le informó que habĆ­a escrito por error el cheque por 500 shekalim mĆ”s de lo necesario. "No fue un error", explicó el padre. ā€œVerĆ”, como judĆ­o religioso, me preguntĆ© cuĆ”l serĆ­a el mejor mĆ©todo para escribir un cheque en Shabat. Aparte de algunos otros problemas en los que pensĆ© al escribir el cheque, sabĆ­a que si tuviera que pagar 500 shekalim, tendrĆ­a que escribir chamesh mei’ot. Sin embargo, si tuviera que pagar 1.000 shekalim, podrĆ­a escribir elef, que serĆ­a una palabra menos de tinta. Y asĆ­, decidĆ­ que valĆ­a la pena los 500 shekalim para salvarme de escribir una segunda palabra".

El doctor estaba aturdido. No podĆ­a creer lo que le acababan de escuchar. "ĀæQuiere decir que pagó 500 shekalim adicionales solo para evitar escribir unas cuantas letras mĆ”s?" "SĆ­", murmuró el padre en seƱal de afirmación. "No puedo creer que hiciera eso", exclamó el doctor, "pero ahora entiendo por quĆ© el cheque fue escrito como tal. Sin embargo, no podemos aceptar mĆ”s de lo que inicialmente le pedimos. Nos gustarĆ­a devolverle el dinero extra". Pero el padre no cambió de opinión. ā€œLo que paguĆ© es lo que paguĆ©. DecidĆ­ actuar como lo hice, y conscientemente escribĆ­ esa cantidad. No quiero nada de vuelta".

El doctor estaba ahora aún mÔs perturbado. Algo le incomodaba. Aquí se le pidió al padre que pagara 500 shekalim, y deliberadamente escribió 1,000 en reconocimiento de Shabat y ahora no quería nada de vuelta. El médico, que claramente no era religioso, curiosamente comenzó a preguntarse qué era tan especial y significativo acerca de esta ley de la escritura. Y así, compró algunos libros judíos que ayudaron a arrojar luz sobre el tema.

El resto es historia. A partir de ahí, el médico comenzó a leer detenidamente otras leyes y temas de Shabat, lo que llevó a un mayor interés en las leyes generales del Shabat, que de allí lo llevaron a una sed implacable de aprender todo sobre el judaísmo. Hoy, debido a esos 500 shekalim, el médico es un judío observador.

Cuando miramos 500 shekalim o dólares, ¿cuÔnto valor le damos realmente? ¿Alguna vez pensamos que podría significar tanto como impactar e inspirar a alguien para que se convierta en observador de la TorÔ? Si nos dijeran que donar 500 shekalim conduciría a estos resultados, es probable que todos aprovecharíamos la oportunidad.

Lo mismo se aplica a cada acción que hacemos. Con algo que es relativamente pequeño, podemos lograr algo tan grande. El único inconveniente es que subestimamos nuestro poder y potencial. Pero recuerda esta historia. Algo que el padre nunca imaginó que vendría de su decisión se convirtió en una realidad. Y lo mismo es cierto de todas nuestras decisiones y acciones también. Crean efectos dominantes y dejan impresiones profundas en los demÔs en formas que van mucho mÔs allÔ de todas las expectativas.

Un mensaje corto del
Rabino Itzjak Feldheim

Curiosamente, Shabat comparte muchas similitudes con el matrimonio. El pueblo judío da la bienvenida y abraza a Shabat Kala, la Reina de Shabat, que refleja el abrazo amoroso de un esposo y una esposa. También se nos manda honrar el Shabat, así como un esposo debe honrar a su esposa mÔs que a sí mismo (Yevamot 62b). Por lo tanto, con frecuencia les recuerdo a los adultos jóvenes que ingresan a la fase de shidujim de algo que a menudo se pasa por alto o que nunca se considera. Al mirar a un posible shiduj, pregunten cómo la otra parte se relaciona con el Shabat. ¿Cómo pasa la persona su tiempo cuando todo estÔ tranquilo? La forma en que una persona respeta y trata al Shabat Kala a menudo es indicativa de cómo se relacionarÔ con su cónyuge. Si son capaces de quedarse quietos y disfrutar del momento de silencio, simplicidad y espiritualidad, tal comportamiento probablemente se transferirÔ y formarÔ la relación amorosa y atenta que el futuro esposo y esposa disfrutarÔn.

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